martes, 2 de junio de 2009

EL PALACIO NEGRO

En 1976, antes de que dejara de funcionar como penitenciaria, Arturo Ripstein filmó a los convictos que en la época se encontraban dentro del Palacio Negro. Actualmente en él se encuentran documentos gubernamentales y culturales y es llamado Archivo General de la Nación (AGN).

Las primeras imágenes nos muestran la celda por donde hacia poco tiempo reos dentro de Lecumberri habían escapado, poco cuidada, la luz es artificial y no hay problema con que la cámara se vea, es introductoria y a la vez nos presenta un momento crítico del Palacio Negro.

Desde el final de su sentencia y su llegada a Lecumberri, la cámara sigue continuamente a tres o cuatro hombres destinados a estar en las instalaciones, todos los trámites necesarios son presentados al inicio de este documental. La cámara es testigo, y pareciera no importarles que este ahí. Una vez dentro, podemos ver a los internos, los nuevos, los que acaban de llegar, los que ya estaban ahí, así como las instalaciones, y la forma en que está dividido. Una voz en off nos lleva por este recorrido, principalmente de los prisioneros, así como íntertítulos que describen las escenas, los cuales podrían ser sin ningún problema omitidos.

La cámara se hace presente momentos después, pero aún así, los personajes parecen orgullosos de que este ahí, podemos ver las acciones que normalmente hacen, algunos de ellos intentan aparecer mas de una vez ante ella. Las imágenes, documentos, material que utiliza son pocos dentro de la película, pero se ubican muy bien en el documental, y no creo que sea razón para omitirlos, funcionan bien.

Creo que el mejor momento para mi, es cuando los familiares y amigos de los reos visitan Lecumberri, la revisión de la comida, y los momentos que comparten como si fuese una reunión común y corriente, los niños juegan, las señoras atienden a sus esposos, creo que es un momento con una gran carga emocional, excelentemente filmadas. Es evidente que a lo largo de los años, el poder legal en este país no ha sido reconocido por bueno, he tenido la oportunidad de presenciar como se resuelven los procesos legales, y aquí es clara la motivación nula en ellos, y se hace obvio por los comentarios de los reos que el abuso de poder es continuo.

Creo que es un excelente documental, a pesar de haber cosas que le sobran, la intención de mostrarnos y presentarnos un lugar, que con suerte nunca conoceríamos, funciona, perfectamente. Es bastante triste ver las condiciones en las que viven, son casi inhumanas, aunque me sorprendió de vez en cuando un poco las libertades, todas las cosas que tenían dentro de sus celdas, pero es mucho mas impresionante ver como vivían, es degradante, la cárcel ya es un castigo, pero el poder se hace evidente dentro de ellas, y siempre es castigo termina siendo peor.

Aquí dejo algunos extractos de otros documentales, de distintas cárceles del mundo con un formato bastante diferente que el de Ripstein. Algunos hechos para televisión, la mayoría. La capacidad de Ripstein, y su carrera en el medio cinematográfico se muestra perfectamente en las imágenes que nos presenta, es un excelente cineasta, y así como él, el documental posee una gran carga, que logra transmitir sin ningún problema.







Esto es un pedazo de la película mexicana El Apando, basada en el libro de José Revueltas y llevada al cine por Felipe Cazals, la historia se desenvuelve en la cárcel que filmó Arturo Ripstein, contruida durante el porfiriato a principios del siglo XX. El Apando se refiere al nombre de la celda de castigo en la misma cárcel.

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